viernes, 6 de junio de 2014

Capitulo 2: Desconfianza





          Conduzco a toda velocidad, quiero salir lo mas rapido posible de aquí, estoy en shock no puedo creer lo que me ha pasado con Pierre. Ahora me doy cuenta que nunca deje de gustarle, me desea. Estaba segura que no pasaría de ser unas las coqueterías y jamás pense  que se lo estuviera tomando en serio fui una total y completa ingenua. Pierre es un hombre de mundo y no se va por las ramas al contrario, es claro con todo tanto en el trabajo como en su vida privada; para él solo hay blanco o negro nada de grises. Solo estuvo esperando la ocasión en que yo bajará la guardia y atacar, atacar con un tierno, dulce y necesitado beso.

           «Eres una idiota como se te ocurre dejarte llevar por tu jefe; ahora que hago, no sé como mirarlo a los ojos, esos hermosos ojos. Por lo menos voy a tener unos días que no lo veré pero el lunes, ¿que haré?»

          Me detengo en uno de los semáforos e instintivamente me llevo mis dedos hasta mi boca, cierro los ojos y el recuerdo de ese momento regresa a mi mente y le hace coro sus palabras que me dijo justo antes del beso;

             «No puedo dejar ir, lo siento pero sino lo hago me voy a arrepentir el resto de mi vida y creo que te pasa lo mismo.»


        Una y otra vez oigo su voz repitiendo lo mismo hasta que siento una pequeña sonrisa asomarse en mi cara pero rápido es reemplazada por  una lágrima que quiere caer por una de mis mejillas pero inmediatamente la seque. «Me siento tan mal y  avergonzada».  

        Estoy envuelta en mis pensamientos que no me doy cuenta del cambio de luz hasta que los conductores en la parte detrás, comienzan a tocar la bocina y es cuando me doy cuenta del cambio de luz y continúo mi marcha hasta llegar a mi departamento.

         A llegar al departamento, me llevo la sorpresa que Paul esta allí con la comida casi servida esperando por mí.

—Te estaba esperando, amor. Hice tu comida favorita.— me anuncia poniendo la mesa.
—Dejame llevar mis cosas a la oficina, me doy un baño y comemos.— le expongo ya que no quiero que sé de cuenta de que me paso algo en la oficina.



—No hay tiempo para un baño, la comida no esta caliente, y si te bañas cuando te la vayas a comer estará fría así que ponte cómoda y luego nos bañamos juntos.— me sonrie picaramente.

       «Tengo que hacer todo lo posible para que ese baño juntos no se dé. Usaré todo mi arte del disimulo para que Paul no sé de cuenta que no me siento bien y que mi animo es debido algo que me sucedio en la oficina. Solo espero representar bien el papel.»

        Regreso de hacer lo que me había dicho, sirve la comida, nos sentamos y comimos la cena, a pesar que no tenía mucha hambre, comí de ella. Estuvimos en silencio por unos largos minutos hasta que Paul comienza a hablar.

—¿Cómo estuvo la reunión con los posibles nuevos clientes?— me extraña que pregunte cosas de mi trabajo ya que no le gusta saber o simplemente no le interesa,  como me comento un día y desde ese instante deje de contarle mis cosas relacionadas al trabajo pero luego ya no lo hacía con mi vida privada. Poco a poco mi confianza en él no era la misma.
—Bien, firmaron el contrato.—le dije exposando una sonrisa.
—Y me lo dices así, sin ninguna emoción.—me mira incredulo porque sabe que me vivo cada uno de mis logros.
—No me siento bien, anoche no dormí bien, he estado todo el día con estres por la junta y solo quiero terminar la cena, darme un baño e irme a dormir.
—Para eso tengo la receta original de Paul Mckencie que consiste en prepararte la bañera con jabón con olor a “Warm Sugar Vainilla” que te encanta tanto, yo dandote masaje por todo tu hermoso cuerpo y luego...
—Paul solo quiero darme un baño y acostarme, sí.—lo interrumpo porque de verdad no quiero estar con él.
—¿Qué te paso en el trabajo? ¿Todo bien con el tal Pierre?—me cuestiona en un tono no muy agradable.
—No paso nada, solo quiero descansar y es extraño que me preguntes como ha sido el día en la oficina, ¿cual es tu real interés? ¿No lo entiendes que quiero ir a descansar?— le grito para que me entienda.
—Solo quiero ayudar pero si te incomoda mis preguntas, mejor no lo hago. — me indica indignado.
—Paul no seas así; disculpa yo no he cooperado con tu gesto de hacerme sentir mejor. Solo iré a ducharme y esperame en la cama, ¿si?

         Me levanto de la mesa, llevo los traste a la cocina y Paul me dice que lo deje que él se encarga para que me vaya a duchar. Le doy un beso casto en los labios y me voy a hacer lo propio. Me doy un baño de ducha y mientras estoy debajo del agua, recuerdo el beso como si me lo estuviera dando en esos momentos.

         «No puedo seguir asi, tengo que borrarlo de una buena vez. Esto nunca paso. Es una equivocación a la maxima potencia.» 

          Pero si paso y no lo puedes ni lo quieres borrar, al contrario desea que se repita; me dice la maldita metiche de mi consciencia. La muy maldita aparece cuando menos la necesito. Donde estaba cuando Pierre me estaba besando; jajaja segura que estaba en un sillón muy cómoda viendo el espéctaculo que estaba dando. Río para mis adentro, estoy mas loca que mi consciencia.

        Termino con mi baño lo más rápido posible y salgo envuelta en una toalla y ya Paul esta acostado en la cama, esperandome. Decido ponerme algo de lencería negra con encaje; después de mi sueño mojado de anoche y el beso devastador de Pierre; estoy como una hornilla. 


         Dispuesta a disfrutar el momento, contoneo mis caderas por toda la habitación, segura que Paul no resiste mucho tiempo para  venir  donde estoy y llevarme a la cama. Me dirijo al vestidor  y en unos segundos siento su energía en mi espalda y cuando me viro veo que me mira con deseo, con ansias. Las mismas ansias que siento por tenerlo dentro de mi.
—Creo que usted, señorita se esta portando muy mal con este pobre hombre hambriento de deseo por usted.— me anuncia con los dos brazos en la puerta completamente desnudo.
—¿Tu, pobre hombre? Jajajaja. No me hagas reir. Bueno aunque mirandote bien, el no tener ropa te puede hacer uno muy pobre.— se acerca donde estoy y me besa apasionadamente y me dejo llevar.
 







         Paul me lleva hasta la cama; me acomoda, se coloca entre mis piernas y comienza a besarme, acariciarme los pechos por encima del sostén, arqueo mi espalda y los desabrocha dejando mis pezones al aire que estan deseando ser tocados. Me besa lentamente el cuello saliendome un gemido en respuesta a su hazaña, sigue y baja hasta llegar al centro de mi pecho, con las dos manos sujeta cada uno de mis pechos, los junta y sin dejar de mirarme a los ojos comienza a morder, lamer, saborear y succionarlos un pezón primero y luego el otro; con el vaivén de su tortura va creciendo mi excitación y me siento más húmeda que de costumbre. Su estómago hace presión encima de mi clítoris, tomo esta fricción a mi favor, alzo mis piernas en busca de más moviendome hacia adelante y estrujandome contra su estómago. Entre gemidos y jadeos se llena la habitación y Paul se une a mi.

—¿Te gusta? me dice con voz ronca y respiracion entrecortada.
—Aja.
—Hablame, quiero escucharte como te gusta, que sientes. me exige.
—Me gusta mucho... lo quiero Paul.
—¿Qué quieres, amor? Pidémelo y lo tendrás.
—Un orgasmo, quiero un orgasmo. le digo entre jadeos.

     Seguía frotándome contra su estómago y Paul le ponía más peso encima de mí y la fricción era más intensa y un poco más y estaba a punto de experimentar un verdadero orgasmo hasta que escucho a Paul. 



—¿Quieres un orgasmo?

—¡Siii! ¡Por favor!— le contesto desesperada por sentirlo.
—¿Cómo te lo dió Pierre?— gruñó lleno de furia y celos.
—¿Qué, Qué dices?— balbuceo las palabras porque no sé ha que se refiere y por el trance en que me encontraba hace unos segundos.
—¿Dime si disfrutaste mejor con el que conmigo?
—!Putain salaud! (maldito desgraciado)
—No soy pendejo, Loanne. ¡Te acostaste con Pierre hoy! Llegaste de tu trabajo indispuesta.— despotricó hecho una furia.
—No puedo creer que pienses así de mí.
—¡Solo dime!—grito como loco.
—No mereces que te dirija la palabra. Vete de mi cama y de mi habitación.—le anuncié con toda la claridad y serenidad posible antes que me derrumbará; que por nada del mundo Paul me verá destruida.
—No me iré hasta que me contestes la pregunta que te hice.
—Sino te vas, llamo a la policia y te acuso de violación; tu dirás,te vas y me dejas en paz o te vas a la carcel.— le sentenció.
—Me voy de aqui.— sale de la habitación dando un puertazo a la puerta.
—¡Largate!


           Unos minutos después escucho otro puertazo y es él de la puerta principal.  

         Estoy sentada en mi cama con la sabana cubriendo mi cuerpo desnudo. Excitada, enojada y perpleja. Nunca me imagine que me pudiera suceder algo así y mucho menos con Paul y a pesar de sus desplantes en este año de relación, nunca me había trato así. Poco le faltó que me alzará la mano y me diera. 


         Deseo que todo esto haya sido un mal sueño y que Paul esta en la sala viendo la televisión pero sé que no es así. Decido levantarme envuelta en la sabana para ir a la puerta de la entrada y cerrar con el pestillo. Veo su chaqueta encima del sofá pero no veo sus llaves ni su móvil; este día no podía terminar peor de como empezo porque no era mas tarde. Camino hacia la cocina, tomo un vaso de agua, bebo de ella y regreso a la habitación y mi memoria es muy mala consejera y revivo todo lo que hace unos minutos paso aquí.


No puedo respirar con normalidad, me falta el aire, mis manos comienzan a templar y mis lágrimas se asoman como el agua a la represa cuando la abren. Lloro como niña pequeña, lloro buscando una explicación pero no la hay, lloro toda la noche hasta quedarme dormida. 




         Cuando despierto son las siete y media de la mañana. Me levanto de la cama sin ningún deseo de hacerlo, por mí me quedaría aquí invernando como los osos polares pero tengo un compromiso con Alice y con Sharon para ir al spa y ellas no se merecen mi desplante además, no van a permitir que me quede en la cama especialmente Sharon que nunca le ha caído bien Paul. 

            Voy al baño, me doy una ducha rápido con agua caliente para que mi cuerpo comience a despertar y me levante el ánimo. Salgo de la ducha con la toalla amarrada a mi cuerpo y camino hasta mi vestidor  en buscar de la ropa que me pondré y elegí unos jeans, una camisa color coral y sandalias y accesorios a juego. No pienso ir muy arreglada ya que nos van a consentir. 
 
 



        Ya estoy lista para desayunar algo incluyendo un rico café que en realidad lo necesito con urgencia. Termino de comer, recojo la cocina y en ese momento tocan la puerta y como ya es hora, abro sin preguntar y recibo una avalancha de besos y abrazos como si supieran que lo más que necesito en estos momentos son sus demostraciones de amor y cariño.


—Buenos Dias, ¿cómo estas Loanne?— Alice me saluda con un beso y un abrazo.
—Hola, Loa. ¿Lista para los cariñitos?
—Si... voy a buscar mi bolso.— le respondo después de unos segundos en silencio y con eso es como sí sonará una alarma de encendio.
—¿Qué te pasa Loa? No me digas que Paul y te hizo unos de sus desplantes.— me detiene cuando voy a buscar el bolso y las llaves.
—No, algo peor pero no se lo quiero contar ahora porque se nos va a hacer tarde.
—No me digas que te pego porque me lo quiebro.— me hace una revision ocular y se da cuenta que no es lo que me paso con el.
No, Sharon! Porque no nos vamos y le cuento en el camino.

         Cerre la puerta y nos fuimos al spa; hoy si que necesito relajarme. Cuando llegamos al auto de Alice, Sharon me mira como si quisiera matar a alguien sino le cuento. Me animo por fin y les cuento todo lo que paso la noche anterior excepto el beso que me robo Pierre; ese chisme es mejor darselo cuando estemos en el spa. 

—!Será anormal e imbécil el tipo éste!— sentencia Sharon con furia.
—¿Y ahora que harás?— me preguntan a coro.
—¿Aún no sé que haré?
—Yo sí sé lo que vas hacer? Primero que nada vas a cambiar las cerraduras de las puertas; no le vas a abrir la puerta aunque te la tumbe a golpes, le vas a decir a los guardias de tu edificio que él no es bienvenido y por último lo vas a dejar.— comienza a darme el plan antiPaul.
—Y después te vas a buscar a un hombre que te deje exausta; que te secuestre por 3 días y no te deje salir de la cama.
—!Alice!— Sharon y yo volteamos a verla sumamente sorprendidas. Alice no es de esas chicas liberales, se esta soltando pero no mucho.







           Llegamos al spa, estamos preparada para nuestras secciones. Comenzamos con las manicuras, las pedicuras, los faciales y cuando estamos esperando para las depilaciones nos ofrecen unas bebidas y frutas esperamos en una salita y es cuando le cuento el restante de la historia.

—Chicas, les tengo que contar algo que me paso cuando salí el otro día de la oficina de una reunión con un nuevo cliente y fue el detonante de lo que me paso con Paul.
—Hecha el cuento.—me insita Alice.
—Cuando terminamos la reunión, Pierre y yo nos quedamos a comer unos macarons y una botella de champagne y que me invito a cenar.
—Aceptaste ¿verdad?— enuncia Sharon.
—No, no acepte. Ya sé lo que me van a decir pero tengo... bueno casi tengo pareja.
  —Es solo una cena.— me anuncia Sharon.


—No. Es mejor no darle esperanza, es mi jefe y un hombre extraordinario que cualquier mujer desearía tener a su lado.— les menciono las razones de mi rechazo.
—Pierre es un hombre de verdad, justo lo que necesitas. Porque no le das la oportunidad. —asegura Sharon viendome a los ojos y con una sonrisa pícara.
—!No lo haré! — unos segundos de silencio y repico.—Aún no es todo lo que paso.
—!Mas!—pronuncian a coro.
—Me acompañó hasta mi auto, me ayudo a comodar mis cosas y cuando me viré para despedirme, me robo un beso y no un beso cualquiera sino un beso lleno de ansías, de deseo, de necesidad por mí, por devorarme.
—Acepta la invitación, besate mil veces con él y tiratelo.
—No sería justo que lo use así.
—Te pregunto, ¿Quieres repetir el beso? ¿Quieres verlo desnudo y devorartelo? ¿Quieres que te haga suya, que este dentro de tí? Si dices que no a algunas de las preguntas eres una tonta.
—!Si! quiero repetir el beso y mucho más, quiero verlo desnudo y devorarmelo y sí quiero que me haga suya y saber como se siente que él este dentro de mí.

        En esos momentos, siento una energía corporal detrás de mí y cuando volteo lo veo y me quedo en una pieza.

—!Buenas Tardes, chicas!







 

 

10 comentarios:

  1. Por Favor Que imbeciles sonlos hombresssssssssssssss!!!
    Ma e encantadooo como a terminadoooo!!1
    Creo que nuestra chica tendra problemas!!!!!
    Un Besote mamiiii!!!

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Si que son todos unos imbeciles a quien se le ocurreñ solo a ellos!!! Vamos a ver si Loanne sale bien librada de esto. Gracias por estar aqui conmigo. TQM Besitos

      Borrar
  2. Por dios no puede ser pero esta super interesante paul es un payaso de poca monta mínimo lo ahorco pero porque sospecho que esto simplemente no se quedara así dios necesitaremos amarrarnos los cinturones bien apretados porque tu como que vienes con impulso y te lo vas ha llevar todo lo arrasaras todo a tu camino.... mil éxitos mi ángel excelente capitulo.... tqm

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Guada vamos a quemar a Paul junto con los zapatos de Gla... jajaja. Espero por lo menos hacer ruido de todo lo demas ya veremos. Jajaja. Gracias mi angelita por estar aqui conmigo. TQM Besos!!!

      Borrar
  3. no me cae para nada bien Paul, es un idiota, de donde saco lo de Pierre ¿? grrrrrr...
    me encanta el final jaja ya quiero saber que explicacion le va a dar ella... jaja bueno por lo visto el tambien le tiene muchas ganas a ella.

    me gusta, un beso grande Damaris

    espero el proximo

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Ay mi Sol, lo que pasa es que todos los hombres son imbeciles y como Pierre no le cae bien, pues por ahi vamos a liarnos. Creo que estos dos seres tendra mucho que explicarse. Gracias Sol por leernos y me alegro mucho que te este gustando la trama. Besos

      Borrar
  4. Acabo de conocer esta historia y me encanta!!!!!
    Es verdad que Paul es un hombre que es mejor tener lejos, pero no sé, liarse con su jefe es un poco arriesgado.
    Mezclar placer con trabajo, muy peligrosos!!!
    Con mucha ganas de saber que va a pasar.
    Un abrazo.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Hola Erika, Bienvenida. Gracias por el apoyo que nos estas brindando. Y si al tal Paul lo queremos muy pero que muy lejos. Veremos que le depara el futuro a Loanne y a Pierre. Y para que sepas, publicamos los viernes y tambien puedes seguirnos en el Fanpage: https://www.facebook.com/dirizarryr aqui damos adelantos, curiosidades y demas cositas sobre Juego de Pasiones.

      Gracias por el apoyo y nos veremos en el proximo capitulo!!!

      Borrar
  5. Ahhhh como puede ser un idiota ese Paul,desgraciado lo odio
    Oye pero se pone mejor la relación con su jefe me encanta
    Muacksss y ya sabes aqui apoyandote siempre ;)
    No se que paso yo estaba segura que deje mi comentario el viernes :(

    ResponderBorrar
  6. Hola Lorena, opino igual ese Paul es un mal nacido y desgraciado q no merece el amor de Loanne. Yo quiero un jefe asi, jajaja. Gracias Lore por siempre estar aqui apoyandome en mis lokuras. No te preocupes, ultimamente Blogger esta dificil hasta para mi para publicar. Lo importante es que lo pudiste leer el capitulo y luego comentar. Besos

    ResponderBorrar